viernes, 28 de octubre de 2016

Guía para someter a los estudiantes


Es prácticamente imposible pretender que el aula sea un espacio ausente de problemas. De hecho, el aula es una representación de la vida misma en escala por lo tanto los desafíos son constantes. Los educadores (y me incluyo) la mayoría de las veces nos quejamos de estos problemas o de las acciones y/o actitudes de los estudiantes dentro de clase intentando desentendernos e ignorar que parte del educar implica lidiar con estos desafíos. Pero si pudiéramos comprender estos desafíos como oportunidades para someter(*) a una transformación positiva estaríamos cambiando la realidad.
*Define someter: Hacer que una persona o cosa reciba o soporte cierta acción
Los conflictos son una excelente oportunidad para generar transformaciones, especialmente dentro del colectivo de los estudiantes que no son los aplicados (ver personalidades en la clase) o para aquellos sumidos por su lado obscuro de la personalidad (Ver lado obscuro de las personalidad en clase).
Ante estas situaciones altamente conflictivas, los educadores tendemos a querer aplicar el castigo como medio para que aprendan nuestros estudiantes. Pero esto en realidad no genera transformación ni aprendizaje, probablemente el estudiante aprenda desganado o borre de su memoria este trago amargo.
En la transformación positiva el alumno debe tomar conciencia y responsabilizarse de sus actos (o falta de ellos) y a partir de esto y por su propia voluntad, comenzar a actuar y aprender. Esta transformación positiva debe ser inducida por el educador pero no debe ser confundida en términos de “motivar” al estudiante, sino de crear las condiciones para que el estudiante se auto convenza de actuar.
El generar las condiciones para que el estudiante se transforme positivamente se logra a través de un charla donde el educador debe presentar argumentos lógicos y pruebas de lo que ha ocurrido y debe ser capaz de manejar el conflicto (ver manejo de conflictos en clase) a través de sus distintas etapas hasta lograr un cambio en la actitud del estudiante.
Es difícil que el alumno quiera enfrentar ese momento en que debe platicar y solucionar el conflicto con el educador porque implica tener que enfrentar la realidad y eso es doloroso. De todas formas en algún momento debe hacerlo, cuanto más demore en enfrentarse más receptivo estará a transformarse (aunque él/ella no lo sepa) y más fácil será para el educador transitar la charla.
Educar, entonces significa aprovechar las oportunidades (todas, las buenas y malas) para generar las condiciones para que las personas se transformen. Aprender es una consecuencia del proceso.

¿Nivelar para arriba o para abajo? esa es la pregunta...



El gran dilema para un educador que asume el desafío de educar a un grupo de estudiantes es definir la mejor estrategia de enseñanza-aprendizaje según la diversidad de experiencias y conocimientos previos que este colectivo trae al aula de forma no homogénea. Mucho más difícil será esta realidad cuando se trabaja con estudiantes de diversas edades, o de forma virtual con personas de distintas partes del mundo. De esta situación surge la pregunta ¿Hay que nivelar para arriba o para abajo?, de forma de homogeneizar al grupo, evitar desfases y asegurar que el conocimiento impartido llegue a todos y en igual medida. Por supuesto que esta pregunta resulta por demás controvertida y si bien el primer movimiento inconsciente es tender a nivelar hacia arriba, resulta interesante realizar una reflexión en base a los aspectos positivos y negativos de cada opción.
Nivelar para arriba
Empecemos por lo que parece obvio, nivelar para arriba significa que toda la clase debería alcanzar el nivel de conocimiento que tiene el estudiante que más sabe y a partir de allí comenzar a incorporar nuevos saberes. Lo positivo:
  • Mejor nivel: Todos alcanzan un nivel de conocimiento superior y a partir de allí se crea un base para avanzar hacia más.
Lo negativo:
  • Falta de Inclusión: El educador puede inconscientemente forzar a quien no tiene una buena base por alcanzar el nivel de otro estudiante y si no se facilita el camino esto puede dejar excluidos a algunos otros.
  • Falta de autorregulación: El nivelar hacia arriba se puede relacionar a procesos de enseñanza-aprendizaje más estrictos y poco flexibles. Este estilo genera dependencia del alumno hacia el educador y por lo tanto falta de autorregulación.
Nivelar para abajo
Nivelar para abajo significa en realidad comenzar a desarrollar los contenidos siendo consciente de que algunos estudiantes ya los conocen y (supuestamente) los han aprendido. Muchas veces es entendido como una estrategia negativa Lo positivo:
  • Inclusión: De esta forma queda asegurado que todos tendrán la misma base y que se tiene en cuenta a los que no tienen conocimientos previos.
  • Reafirmación de conocimientos: Repasar temas ya vistos puede ayudar a reafirmar los conocimientos previamente adquiridos.
Lo negativo:
  • Desacompasamiento(falta de compás): Algunos estudiantes con conocimientos previos pueden sentir desinterés por la clase en los temas repetidos.
  • Falta de autorregulación: Nivelar hacia abajo requiere un alto grado de intervención del educador para escalar rápidamente el conocimiento y esto crea dependencia y por ende falta de autorregulación en el alumno.
La elección de la dirección en la cual nivelar está fuertemente influenciada por el tipo de cultura institucional y la idiosincrasia de cada educador. Las instituciones con una cultura de excelencia o más arraigada en los viejos paradigmas querrán subir el nivel, mientras que las modernas o tal vez las más “sociales” tenderán a comenzar desde el llano. A fin de cuentas, lo importante es seleccionar la mejor estrategia en base a un conocimiento profundo de los estudiantes, del tipo de materia y contenidos en cuestión.
¿Qué opinas, nivelar para arriba o para abajo?

lunes, 24 de octubre de 2016

¿Es posible una educación sin educadores? Tecnología y Futurología


La tecnología está introduciendo cambios en todos los ámbitos y se prevé que en el plazo de 5 a 10 años impacte radicalmente en la educación. De tal calibre serán estas transformaciones que dejarán en jaque a aquellos educadores que no puedan adaptarse, especialmente a los que trabajan en educación superior. No estoy hablando de iniciativas como las de los cursos abiertos masivos MOOC que están avanzando y expandiéndose a través de articulaciones entre las instituciones educativas, el estado y las empresas, entre otros. Tampoco hablo de las tecnologías disruptivas como la realidad virtual o la realidad aumentada, que en la actualidad están creciendo y que su masificación en las aulas será inminente. De lo que estoy hablando en realidad es de la inteligencia artificial, el aprendizaje de máquina y el big data. Intentaré a partir de ahora explicar cómo estas tecnologías afectarán a la educación y como nos obligarán a repensar el rol del educador en el aula.
Big data: Los dispositivos electrónicos generan grandes cantidades de datos sobre nuestro comportamiento, la forma en que nos comunicamos, qué compramos, a dónde viajamos y también cómo aprendemos, entre otros. Si toda esta información masiva es procesada con técnicas adecuadas, es posible inferir ciertos comportamientos o tomar decisiones que pueden afectar nuestra vida (positiva o negativamente). El big data tiene el potencial de transformar la educación porque si es debidamente utilizado, es capaz de comprender cómo aprendemos mejor.
Inteligencia artificial(IA): Este término que hace 20 años parecía algo futurista es en la actualidad una realidad. Básicamente la IA se trata de máquinas que pueden aprender y tomar decisiones sin necesidad de intervención humana. Aquí no solo entran los robots sino también los dispositivos inteligentes como los chat bots y los agentes digitales, entre otros. Los agentes digitales, aquellas aplicaciones que les hacemos preguntas y nos responden, serán los transformadores de la educación. Estas aplicaciones que van evolucionando día a día, serán lo suficientemente inteligentes para responder cualquier pregunta y aún más, podrán resolver nuestros problemas en base al big data analizado y acumulado con los años. A tal punto que sabrán más que nuestra propia madre! En un futuro muy cercano tendremos un maestro literalmente “sabelotodo” en nuestro smartphone y será capaz de enseñarnos lo que necesitemos en el momento justo y con sólo pedírselo verbalmente. Es así como el educador tal cual lo conocemos será absolutamente prescindible a no ser que el sistema educativo se transforme y comprenda esta nueva realidad.
¿y entonces qué enseñamos?
Si cualquier aparatito tendrá mucha más información almacenada que nosotros, la pregunta que surge inevitablemente es ¿qué enseñamos? La respuesta la encontramos en lo inherente al ser humano, la parte social, la gestión de uno mismo, el conocerse y conocer a los demás. La propuesta educativa en un mundo automatizado es la desautomatización del ser, trabajar con lo que realmente es perdurable y no puede ser alcanzado apretando un botón.


sábado, 15 de octubre de 2016

Copy Paste en clase. Alternativas para no caer en el espionaje.

Uno de los grandes errores de la educación actual es creer que la innovación surge de la incorporación de la tecnología en metodologías que están obsoletas para los tiempos que corren. Un claro ejemplo de esto son las conocidas monografías que les encargamos a nuestros estudiantes o quizá los trabajos de tesis o determinadas investigaciones. El problema es que la tentación por buscar en internet, copiar y pegar por parte del alumno es mucha y cierto sentido es algo natural que muchas veces a los educadores nos enoja, frustra y no sabemos manejar. Es así como pretendemos que los estudiantes se comporten como si no tuvieran internet a la mano y esperamos que realicen trabajos absolutamente originales. Esta situación genera comportamientos increíbles por parte de los alumnos y educadores para tratar de esconder algo que resulta lógico. Por ejemplo, están circulando por la red herramientas que comparan un trabajo realizado por tus estudiantes con billones de páginas web para comprobar si hay plagio. En serio…. ver para creer...
Innovar en educación en este tema es comprender que el conocimiento se construye colectivamente y que es ridículo no utilizar el material disponible en internet para resolver un desafío.
Si bueno, ¿Y cómo se hace?
Existen muchas estrategias para abordar este tema pero lo primero que tenemos que hacer es crear una nueva base, esto significa comprender que el copiar y pegar va a ser parte de las acciones que el alumno va a realizar. A partir de esto hay que rediseñar las actividades para que exista aprendizaje real y no un mero proceso de extracción de información y pegado. Alternativas al copy paste
- Incentivar el pensamiento crítico a través de preguntas que lleven a la revisión de las actividades y a la reflexión
- Diseñar actividades donde se promuevan comparaciones entre diferentes corrientes
- Diseñar actividades donde el estudiante detecte información incorrecta
- Encargar trabajos de curaduría de contenidos

La curaduría de contenidos es una actividad con mucho auge en la actualidad y que cobra sentido por la cantidad inmensa de datos e información que existe en la web. La idea es que el curador de contenido sea la persona que investiga mucha información de la web y que genera una síntesis con las ideas más relevantes de forma de resaltar los puntos principales de esa investigación. El resultado puede ser diverso, desde un documento, un prezi, una infografía, un video, un flujograma o cualquier otro tipo de artefacto para transmitir conocimiento.
Por último resalto que la innovación educativa nos invita a desaprender procesos que venimos arrastrando del pasado a través de la reflexión, y modificarlos para mejorar la calidad educativa, ajustándose a los tiempos que corren.