viernes, 27 de octubre de 2017

Desarrollo de una clase que aprende de los errores



Mucho se habla de la importancia del aprendizaje que puede ser obtenido de los errores y que este pensamiento debe ser introducido en las clases. Pero lo cierto es que la cultura predominante en las aulas tradicionales es justamente la opuesta, derivada del modelo industrial donde la calidad tiene relación con la ausencia de fallas. Toda la estrategia pedagógica basada en la corrección del error tiene las siguientes características:
  • Busca la falla
  • Premia lo correcto
  • Produce dependencia del alumno con el educador (¿Está bien?)
  • Facilita la evaluación. Total de errores < errores aceptables significa un aprobado
Errar por errar no sirve de mucho sino conlleva un aprendizaje. Pero en la vida real muchas veces errar puede traer aparejadas consecuencias graves (para uno, otros, o para cosas). Lo importante es aprender a medir las implicancias de los errores y tomar conciencia de los riesgos. De esta forma se puede actuar en un entorno de mayor predictibilidad y confianza.
Para pasar de esta cultura de poca tolerancia a errores a su opuesta, donde cada error es una oportunidad de aprendizaje, se debe trabajar en fomentar las siguientes características.
Entorno o la clase: Fomentar la cultura de la tolerancia a los errores y el aprendizaje a partir de ellos. Además, definir los límites razonables para cometer errores midiendo previamente la relación causa-consecuencia.
Competencias del educador: Toda nueva cultura en la clase supone un fuerte liderazgo y un componente alto de motivación para cambiar las rutinas.
Analizar los riesgos resulta de importancia para establecer los límites del entorno donde los estudiantes podrán actuar con libertad en un ambiente seguro.
Competencias del estudiante: Aprender de los errores es una oportunidad para el desarrollo de la autonomía y el fomento de las elecciones conscientes.

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